Condenados a Fugarse
Life

Nueva York, 1932. Ray Gibson es un delincuente de poca monta que acaba de colarse en el club Spanky y detecta enseguida a su primera víctima de la noche. El ingenuo Claude Banks, aspirante a contable, ha salido con su novia esa noche y poco sospecha que se ha convertido en el blanco de Ray. La cartera de Claude pasa a manos de Ray, quien cree haber conseguido así el dinero para pagar la deuda de juego que tiene con Spanky. Pero Ray se lleva un chasco porque Claude, que también tiene el vicio del juego, está tan arruinado como él. Tras la muerte de Ray Gibson y Claude Banks en el incendio de la enfermería de un penal de Misisipi, donde cumplían cadena perpetua, un compañero en el centro penitenciario, Willie Long cuenta la historia de sus dos amigos a una pareja de jóvenes reclusos. Ray y Claude, dos neoyorquinos con problemas de juego, fueron condenados en 1932 por un asesinato que no cometieron. Ray, un carterista, y Claude, que estaba a punto de incorporarse a un trabajo de cajero en un banco, se habían ofrecido a transportar un cargamento de whisky clandestino. Esta circunstancia les hizo estar en el lugar equivocado en el momento menos oportuno, ya que fueron incriminados por un sheriff en la muerte de un hombre, que había matado el propio policía. Ray y Claude, que mantenían una relación de amor-odio, debían cumplir juntos una larga condena.
